Cuando el niño era niño
era el tiempo de preguntas como:
¿Por qué estoy aquí?
¿Por qué no allí?
¿Cuando empezó el tiempo y dónde termina el espacio?
¿Acaso la vida bajo el sol no es sólo un sueño?
Lo que veo oigo y huelo,
¿no es sólo la apariencia de un mundo ante el mundo?
¿Existe de verdad el mal
y gente que en verdad son los malos?
¿Cómo puede ser que yo, el que yo soy,
no fuera antes de devenir; y que un día yo,
el que yo soy, no seré más ese que soy?
Peter Handke
Las Alas del Deseo
Asomado a los tiempos que suceden, reeditan y trastocan la realidad de lo cotidiano, me siento un nauta.
Un nauta despiadado, milagrosamente perdido en esta especie de confusión que no termina de suceder, aún cuando a cada momento profecías de lo cumplido avizoran que ya vendrá, que está por ocurrir… que viene por la vuelta de la esquina.
Hemos estado ya por estas comarcas anteriormente… son fragancias conocidas.
No hay intentos. Intuyo y deseo que encontraremos un mecanismo nuevo, una filosofía propia de entender y discernir.
Tanta inconciencia irreverente, templada por el desprecio a lo diferente, más toneladas decisiones apuradas y prejuicios proféticos manoteados de la nada, tienen que llevarnos a alguna parte concreta.
Hacia allá vamos… con mas conciencia que antes, pero con la misma inocencia del principio, de aquel tiempo de los juegos y las leyendas.
Estamos volviendo a ser… no como una revelación masiva de lo imperioso, ni una evangelización de la conciencia planetaria. Sucede tímidamente, entre pocos, de a tribus… pero sobreviene inexorablemente.
Hay quienes avizoran novísimas transformaciones de los iluminados de siempre, venidos de aristas impensadas y que lideran naciones sumidas en la necesidad del cambio; otros se entusiasman con grandes propagandas ambientales que dicen crear conciencia positiva con el planeta… puede ser, pero me permito aún la duda.
Mi mecanismo personal es mas casero y siento que mas efectivo en la comarca de cada uno.
Conversemos con los demás... si conversemos!!!
Escuchemos sus posiciones con lo que sucede, esas teorías de lo mundano que suelen ver un poco mas allá de los discursos y las presentaciones ampulosas.
Develemos cuanto somos capaces de hacer por lo que sucede en nuestro barrio, en nuestra ciudad y a favor de aquello que soñamos.
No hay intentos.
Intercambiemos información sensorial sobre lo que nos pasa cada mañana y lo que nos gustaría transformar. Encontremos a cuantos otros nautas, justamente, estyán en busquedas parecidas o con quienes vale la pena compartir la brújula.
Entretejamos… Entramemos…
Imagino y creo que estamos progresivamente abandonando aquella convicción sobre que el bienestar del futuro se resuelve solo a través de políticos y urnas.
Los políticos han perdido la capacidad de descubrir e interpretar el sueño colectivo, para convertirse en meros instrumentos de intereses, ajenos y propios, soldados a la mezquindad de sus riquezas.
Aunque en medio de la crisis, hay quienes trepan a sus árboles como cuando chicos, porque desde allí la realidad es diferente, el conflicto es apenas una discusión y el enfrentamiento tan solo un amontonamiento.
Tenemos problemas y peligros graves que resolver (guerras, hambrunas, enfermedades).
Empecemos por lo factible, para expandirlo, recordemos que el auténtico entusiasmo se funda en lo posible.
El mecanismo masivo, el de las grandes decisiones, los planes monstruosos y los portentosos acuerdos nacionales, ya lo probamos y así nos ha ido.
Que tal si entramamos desde mas abajo, si empezamos a ponernos de acuerdo en cuerpo y alma con los cercanos, reconocemos, sin odios, a los distintos y nos asociamos con la pequeña porción d e planeta que nos toca… aquello de pinta tu aldea y serás…
Que va si transformamos lo cercano, lo que vive al alcance de la mano, si operamos sobre lo evidente, si nos quejamos silenciosamente con ejemplos transformadores y nos volvemos mas aldea para ser mas universales.
Y sino también quedémonos a esperar a un “mesías tecnológico”, un “político iluminado” o el “acomodamiento del nuevo orden mundial”; eso si, mucha memoria para evitar quejarnos en el futuro de los males que nosotros mismos engendramos.
Es una época dichosa en herramientas, instrumentos y tecnología… sumemos un poco mas de compromiso, de escucha atenta, condimentemos con inventiva y sazonemos con pequeños acuerdos de realización… tal vez funcione, quizás transforme los alrededores y una suma de alrededores daría por resultado…
Cuando lo nuevo esta por suceder la primer sensación es la incertidumbre…
Luis María Palacios
2 comentarios:
Luis:
Resulta conmovedora la postura vital de alguien que, ante la experiencia de la náusea cotidiana, se plantea y reclama que esa realidad no debe sofocar la inocencia, el espíritu de los juegos y la potente fuerza evocativa de las leyendas. Más todavía cuando ese llamado no proviene de la promesa y la certeza de ningún absoluto sino de una doble apertura: 1) La del cuerpo y la sensibilidad, expuestos a las vivencias y necesidades de los otros; 2) la de la escucha a otras preocupaciones y puntos de vista.
Ojalá suceda y perdure esta revolución de lo cercano perpetrada por "entramadores de las zonas bajas", que apropiándose de las herramientas, tecnologías e instrumentos (creados para que permanezcamos como hobbits,debajo de la tierra) las subviertan para crear una red de cambio y esperanza.
Así sea.
Un abrazo
Rafael
Cualquier "Así sea" auténtico, nace en un poderoso abrazo, Gracias Rafa
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