lunes, 28 de febrero de 2011

Poesía vertical 7

Cuando se ha puesto una vez el pie del otro lado
y se puede sin embargo volver,
ya nunca más se pisará como antes
y poco a poco se irá pisando de este lado el otro lado.

Es el aprendizaje
que se convierte en lo aprendido,
el pleno aprendizaje
que después no se resigna
a que todo lo demás,
sobre todo el amor,
no haga lo mismo.

El otro lado es el mayor contagio.
Hasta los mismos ojos cambian de color
y adquieren el tono transparente  las fábulas.


Roberto Juarroz

jueves, 16 de septiembre de 2010

Ella

El cuaderno rojo, es un libro de tapa amarilla, con una sugerente ilustración.

El tipo de camisa verde lo lleva en su mano, junto a un cuaderno azul, que en el espiral atora una lapicera negra, rústica y cansada.

El vagón está lleno de apresuramientos e incomodidades.

El tipo de camisa verde, con un desgastado jean que alguna vez fue negro, esgrime contra el pecho su atavío literario.

Baja del subte desorientado, mientas mira carteles y se confunde más.

Una música difusa parece salir de los destartalados parlantes, diría que es Imitation of life de REM, pero el pastoso sonido impide cualquier conjetura.

Camina unos pasos con la indecisión latente, en medio del aire espeso y oloroso. Avanza.

Inesperadamente la ve a ella, se apura, se alivia, la mira nuevamente, se apresura aun más… sonríe.

Repentinamente, El cuaderno rojo se desploma, en cámara lenta, cae hacia el piso. Se da cuenta, se fastidia, regresa tres pasos, lo recupera con enfado…
Se vuelve, ahora corre… la busca a ella.

Ella ya no está… en ninguna dirección posible… se ha ido… ¿o jamás estuvo?... Yo la vi… la vi?

Llega otro subte.
La multitud apresurada lo empuja, lo lleva, lo incomoda y lo entrega a pasos del molinete.

Pasa del otro lado de la frontera y descubre que por fin sabe a donde ir, aunque no sepa donde queda.

Lo pierdo en la multitud cuando insólitamente alza la vista, por sobre todos los cabezas y la ve a ella.

Nuevamente a ella que escapa o se refugia… nunca los sabré… así se fue.


Salgo del subte, en medio de la mañana iluminada por el calor cercano al mediodía, busco una librería, necesito El cuaderno rojo, quiero leerlo.

Intuyo, imagino, presiento conexión entre lo vivido y los relatos contenidos de Paul Auster, aunque tan solo sea una evocación, perdida en la neblina de mi precaria memoria

Agotado lo encuentro en una superpoblada mesa de Calle Corrientes.

Mientras afuera se debate el tráfico y el apresuramiento, en la desértica librería avanza la tarde con parsimoniosa letanía.

Un solo libro asoma, no veo otros, Paul Auster “El Cuaderno Rojo”… lo compro usado hasta en el precio.
Llego al bar con todas las urgencias de un día despoblado hasta la noche.

Cuando el mozo se pierde con mi pedido hacia la cocina, descubro que en la música funcional del bar suena Imitation of life de REM, sonrió por la coincidencia, con El cuaderno Rojo en mi mano.

Paso la tapa amarilla y en esa primer hoja vacante y desolada de todos los libros… escrito con un lápiz que agoniza y se desvanece, alcanzo a leer:

“ELLA esta aquí!!!”…
















Luis María Palacios

lunes, 30 de agosto de 2010

Colores Primarios I

Gustav Klimt


Austriaco
Baumgarten (14-7-1862) - Viena (6-2-1918)

En uno de los escasos textos autógrafos que conservamos, Gustav Klint escribió: "estoy convencido de que no soy una persona especialmente interesante. No hay nada especial en mí. Soy pintor, alguien que pinta todos los días de la mañana a la noche. Figuras, paisajes; de vez en cuando, retratos. Las palabras, habladas o escritas, no me salen con facilidad, especialmente cuando tengo que decir algo sobre mí mismo o sobre mi trabajo. (...) Si alguien quiere descubrir algo en mí (...) puede contemplar atentamente mis pinturas y tratar de descubrir a través de ellas lo que soy y lo que quiero".



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Y... Klimt razón tenía

Malas Palabras

Ximena Dahm andaba muy nerviosa, porque aquella mañana iba a iniciar su vida en la escuela. Corriendo iba de un espejo al otro, por toda la casa; y en uno de esos íres y venires, tropezó con un bolso y cayó desparramada al piso. No lloró, pero se enojó:
–¿Qué hace esta mierda acá?


La madre educó:
–Mijita, eso no se dice.


Y Ximena, desde el piso, quiso saber:
––Para qué existen, mamá, las palabras que no se dicen?



Eduardo Galeano

miércoles, 10 de marzo de 2010

Blogoteca

Mis libros viven en mi “biblioteca”. Regreso a ellos toda vez que quiero o necesito releerlos, extraerles una cita o mirarlos, pasarle las hojas mientras acuden recuerdos y referencias.

Mis fotos viven, las más antiguas, en “álbumes” y cajas, las más modernas, en carpetas, archivos y discos duros. Regreso a ellas para referenciar e identificarme con lo vivido.

La música en la “discoteca” o “ciditeca”. Las películas en la “diviteca”.

Mis escritos en cuadernos incesantes… sería, entonces, la “cuadernoteca”.

Los posteos anteriores o antiguos de los blogs tan viven en su propio espacio. Escritos hace tiempo ya están ahí esperando que alguien regresa hasta el anaquel virtual donde descansan…

Se quedan entonces habitando la “blogoteca”.

Asi es que me mande de viaje por el interior del blog de Julían Gallo, buscando y reviviendo sus primeros posteos, con la misma intriga y deslumbramiento de cuando revolvemos la biblioteca o nos reencontramos con la foto del aquel verano…

Aquí está, es un post del Blog mira!, de Julian Gallo,del 26 de Diciembre de 2004, lo subió a las 19.31:

En 20 años los móviles cambiaron el mundo


En un artículo del diario británico The Guardian, Juan Arlidge examina el impacto que produjeron los teléfonos móviles en los últimos 20 años.
Sinopsis
* Casi todos los adultos ahora tienen por lo menos un móvil. Uno de cada dos adolescentes tienen un “moby” y una firma británica acaba de lanzar Communic8 (foto), un teléfono diseñado para niños de 8 años.
* En 2004 (en Inglaterra) se enviaron más de 23.000 millones de mensajes de texto y se realizaron 20.000 millones de llamadas. En total los ingleses gastaron más de 15.000 millones de Libras.
* La expansión ha sido tan rápida que algunos autores dividen ahora la historia británica reciente entre antes y después del teléfono móvil.
* El móvil ha cambiado la forma en que hablamos, la forma de seducir (dating SMS) e incluso nos ha transformado en personas vulnerables cuando estamos sin él.
* Como en el pasado hizo el reloj, el móvil ha “estirado” el tiempo y concluído con los “tiempos muertos”.
* Se habla por teléfono en todas partes (incluso, en breve, se podrá hablar dentro de los aviones)
* Un ejemplo que cita el autor es cómo ahora las citas de cualquier punto se hacen de forma aproximada y se confirman minutos antes.
* En definitiva el teléfono móvil ha vuelto más flexibles la vida y el tiempo.




Querés verlo en su blogoteca original hace click acá

Pero ya que llegaste quedate un rato de visita en  www.juliangallo.com.ar , vale mucho la pena y de paso mira!... simpelmente mira!